-Mashi, precisamente cuando el corazón de Mani parece que va a despertar, yo... tengo que... -No te atormentes con eso Jotín. ¿No es bastante que despierte tu corazón? De pronto, Jotín recordó aquellas palabras de la copla del cantor aldeano que había oído hacía tanto tiempo: Corazón mío, no te despertaste tú cuando el hombre de mi corazón vino a mi puerta. Con el son de sus pies que se íban despertaste. ¡Ay! despertaste en la oscuridad.
Comentario:
Son los peligros que tiene el dormir, y el despertar. La inconsciencia y el delirio. Eso parece.